Una imagen y 1000 palabras
Cada vez que pienso en la enseñanza de las lenguas vienen a mi mente muchas ideas. Una de ellas es la enseñanza de la cultura porque es precisamente por medio del lenguaje que expresamos ideas, compartimos historias, transmitimos enseñanzas, y damos a conocer nuestras raíces. Todas estas interacciones contribuyen al desarrollo de la persona y de la sociedad. Una de las mejores experiencias en mi vida es poder hablar dos idiomas porque he tenido la oportunidad de conocer y comunicarme con muchas personas de diferentes culturas y aprender de sus tradiciones. Por esta razón, he escogido estas imágenes las cuales representan para mí la visión que tengo de la enseñanza de las lenguas extranjeras.
Las imágenes que representan la diversidad cultural me llevan a pensar que la enseñanza de las lenguas extranjeras, en este caso el español, debe ir ligado al componente cultural en el aula de clase. Por este motivo, no se trata solo de enseñar reglas gramaticales, aunque son importantes también, sino de mostrar la cultura y como ésta influye en el lenguaje. Por otro lado, hablar sobre la cultura hace que las clases sean mucho más dinámicas y mas interactivas puesto que los estudiantes están expuestos a nuevas experiencias culturales que para muchos de ellos es, a lo mejor, la primera conexión con el mundo exterior.
Otra idea que viene a mi mente al momento de enseñar alguna lengua es el aprendizaje por medio de juegos. Para mí es muy importante que los estudiantes tengan un espacio de diversión mientras aprenden un idioma. Los juegos ayudan a los alumnos a reforzar temas de forma más sencilla puesto que reduce los niveles de ansiedad y hace que los estudiantes adquieran fácilmente el conocimiento. Por otro lado, los juegos ayudan también al desarrollo de las habilidades comunicativas e interpersonales; así que esta es una gran oportunidad para que los estudiantes interactúen con sus compañeros y se produzca un aprendizaje en conjunto.
En concreto, las actividades lúdicas motivan a los estudiantes a aprender porque ellos disfrutan de las competencias, de las actividades donde puedan manipular y sobre todo de las actividades donde los mismos estudiantes tienen el control y son responsables de su propio aprendizaje. A modo de ejemplo, algunos de juegos que mis estudiantes juegan en clase son: la escalera, matamoscas, juego de dados, pregunta y respuesta. Estos juegos ayudan a que los estudiantes estén en contacto con sus compañeros y puedan aprender los unos de los otros sin la intervención directa de la profesora. Por otra parte, están también los juegos virtuales como quizizz, kahoot, Smart learning suite entre otros que, aunque no promueven un aprendizaje colectivo, si brindan la oportunidad de que los estudiantes midan su propio conocimiento de una forma diferente: lúdica. Lo interesante de estos juegos virtuales es que están diseñados a manera de competencia, por lo tanto, los alumnos siempre hacen lo mejor posible para obtener buenos resultados y conseguir el primer puesto.
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